Por Sophia L. Thomas, DNP, FNP-BC, PPCNP-BC, FNAP, FAANP
A estas alturas, todos sabemos con qué facilidad el virus COVID-19 se puede propagar de persona a persona y qué tan mortales pueden ser las ramificaciones, pero ¿cómo afecta el COVID-19 a nuestras mascotas? Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se ha reportado que una cantidad pequeña de mascotas en todo el mundo se han infectado con el virus después de un contacto cercano con personas que lo tenían.
Todavía estamos aprendiendo sobre el virus causante de COVID-19, pero se sabe que puede transmitirse de personas a animales en algunas situaciones. Muchas mascotas que contrajeron el virus no mostraron síntomas y, las que sí los tuvieron, la mayoría fueron leves y se recuperaron por completo. Las enfermedades graves parecen ser extremadamente raras.
Debe tratar a las mascotas como trataría a otros miembros de la familia humana para protegerlas y no dejar que interactúen con personas fuera del hogar. Si una persona en la casa se enferma, aíslela de todos, incluidas las mascotas. Mantenga a los gatos adentro cuando sea posible y no los deje vagar libremente afuera. Pasee a los perros con una correa al menos a 6 pies de distancia de otras personas en el exterior. No le ponga una mascarilla a su mascota, ya que podría causarle daño.
Si se enferma, haga que otro miembro de la familia cuide de su mascota, si es posible. Evite el contacto con su mascota hasta que ya no tenga síntomas. Si es inevitable estar cerca de su mascota mientras está enfermo, minimice el contacto y asegúrese de usar una mascarilla y lavarse las manos antes de interactuar con ella.
Si bien el riesgo de que su mascota contraiga COVID-19 es bajo, es mejor estar seguro y seguir las guías de los CDC para asegurarse de que se mantenga saludable. Después de todo, han estado ahí para nosotros durante el año pasado cuando nosotros estuvimos encerrados en casa.