Por Mimi Secor, DNP, FNP-BC, FAANP, FAAN
La pandemia de COVID-19 ha sido un desafío en muchas maneras. Desafortunadamente, el estrés de la pandemia ocasionó que muchos estadounidenses aumentaran de peso en los últimos 16 a 18 meses y ahora se están dando cuenta de que es hora de perder esas libras.
Según una encuesta nacional, el 61% de los estadounidenses dicen que aumentaron de peso durante la pandemia. Otro estudio de 269 personas en cuarentena reportó un aumento de peso de 2 libras por mes, con un total de 20 libras durante un año.
La obesidad es una enfermedad crónica común, grave y costosa. Las tasas de obesidad y sobrepeso se encontraban en aumento incluso antes de la pandemia. De acuerdo a los CDC, actualmente se estima que el 43% de la población adulta es obesa y aproximadamente el 74% tiene sobrepeso (CDC.gov). Un reporte nuevo estima que para 2030 aproximadamente el 50% de los estadounidenses serán obesos (Ward et al., 2019).
Estas estadísticas son muy preocupantes, porque la obesidad y el sobrepeso son problemas graves de salud pública asociados con muchas consecuencias negativas para la salud, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer, problemas ortopédicos y de salud mental. (Jensen et al., 2014; National Institute of Health National Heart Lung and Blood Institute (NIH NHLI),1999; CDC.gov). Estas se encuentran entre las principales causas de muerte prematura prevenible.
Hablando de prevención, se ha descubierto que los cambios en el estilo de vida, como adoptar hábitos saludables de alimentación y ejercicio, reducen el riesgo de enfermedad y muerte, y mejoran su salud a corto y largo plazo. Algunos beneficios de salud adicionales incluyen pérdida de peso, mayor fuerza, menor riesgo de problemas de salud mental y una mayor sensación de bienestar y confianza.
Considere hacer cambios saludables en el estilo de vida como familia. ¡No hay nada más poderoso que ser un modelo a seguir saludable para su familia!
Para empezar, enfóquese en cambios sencillos y fáciles. Piense: una dieta saludable y una ingesta adecuada de agua, ejercicio (haciendo las cosas que usted disfruta), sueño (de manera ideal de siete a ocho horas al día), mentalidad y ambiente positivos (hogar, trabajo, restaurantes, gente). Para su plan nutricional, elija alimentos integrales menos procesados que usted disfrute. Piense, «alimentos integrales para toda la familia». Aquí se incluyen proteínas magras, vegetales verdes, cantidades pequeñas de frutas frescas y grasas saludables, como nueces, aguacate y aceite de oliva. Recuerde, hablando de frutas y grasas, poco es saludable.
El ejercicio juega un papel esencial en la prevención de la obesidad, la pérdida de peso inicial y el mantenimiento de la pérdida de peso. Por lo tanto, muévanse en familia. Disfrute del ejercicio al aire libre, como caminar, andar en bicicleta, hacer senderismo, juegos de jardín, bádminton, baloncesto, béisbol o jugar a la pelota. El ejercicio no tiene por qué implicar hacerlo en un gimnasio.
Abordar la mentalidad también es importante, porque tener una actitud y una imagen de sí mismo positivas son esenciales para el éxito a corto y largo plazo para lograr sus objetivos de salud y estado físico. Las actividades de atención plena como la meditación, llevar un diario y escuchar música pueden ayudar a cambiar nuestra mentalidad de negativa a positiva con muy poca inversión de tiempo.
La adopción constante de hábitos saludables a menudo lleva a grandes cambios y avances a lo largo del tiempo. Por ejemplo, una persona comprometida con cambios de estilo de vida similares perdió 100 libras durante un año comiendo de manera saludable y haciendo ejercicio con regularidad (su actividad favorita es andar en bicicleta). Ella disfruta de su nueva vida y está muy orgullosa de ser finalmente un modelo a seguir saludable.
Si está listo para recuperarse y deshacerse del peso ganado durante la pandemia, considere la posibilidad de acudir con un enfermero practicante u otro proveedor de atención sanitaria, que puede ayudarlo a reactivar su salud y ser su socio en su trayectoria de salud y estado físico.